La virtud

Relató Wabisah Ibn Ma'Bad -que Dios este complacido con él- que el Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:
"¿Vienes para preguntar de la virtud?". Dije Si. Dijo: "Consulta tu corazón y la virtud es aquello con lo que la persona se siente tranquila, y la maldad es lo que se remueve dentro de la persona y vacila en el pecho, te opine la gente lo que te opine"».
Es un Hadiz relatado en ambos «Musnads» de los «Imames» Ahmad Ibn Hambal y al Darimi.

Goethe y el Islam

.YUSUF FERNÁNDEZ

“Es en Oriente”, señaló el escritor alemán Frederic von Schlegel, “donde debemos buscar el supremo romanticismo”. Esta frase muestra a las claras la influencia que el Oriente musulmán ejerció sobre los escritores alemanes de principios del siglo XIX.
Entre estos escritores destaca por méritos propios la figura de Johann Wolfgang von Goethe, que está considerado como el mejor escritor en lengua alemana de todos los tiempos. El nombre de Goethe ha sido dado al Instituto estatal de Alemania que está encargado de difundir el idioma alemán en todo el mundo, así como a incontables instituciones.
Cuando era joven, Goethe quiso realizar estudios orientales, pero su padre le obligó finalmente a estudiar leyes. Goethe siempre admiró a los primeros viajeros a Arabia (Michaelis, Niebuhr) y estaba fascinado por la lectura de lo que ellos publicaron acerca de sus viajes.
Goethe siempre consideró que no había sido una mera casualidad, sino un hecho providencial lleno de significado, el que en el otoño de 1813 un soldado alemán de las tropas napoleónicas que regresaba de España le trajera un viejo manuscrito en árabe de la época de Al Andalus. Este manuscrito contenía la última Sura (Capítulo) del Corán, la 114, “An Nas” (Los Hombres). Goethe intentó más tarde copiarla con la ayuda de algunos profesores de Jena, que le habían ayudado a traducir el contenido del manuscrito.
En 1814, Goethe visita a un grupo de musulmanes rusos de etnia bashkir del Ejército del zar Alejandro I, que estaban utilizando el instituto protestante de Weimar como una mezquita improvisada para realizar allí sus oraciones. En su carta a Trebra (5-1-1814), Goethe escribe: “Hablando de profecías, tengo que decirte que hay cosas que están ocurriendo en estos días que ni a un profeta le hubieran permitido decir. ¿Quién habría podido afirmar hace unos años que habría habido un servicio religioso musulmán y que algunas Suras del Corán iban a ser recitadas en el auditorio de nuestro instituto protestante?. Sin embargo, esto ha ocurrido y acudimos a la oración de los bashkires, vimos a su mullah y recibimos a su príncipe en el teatro. Yo fui obsequiado, como favor especial, con un arco y unas flechas que, en eterno recuerdo, colgaré sobre mi chimenea tan pronto como Dios decrete un feliz retorno para ellos”.
En realidad, la actitud positiva de Goethe hacia el Islam va mucho más allá de la que hubiera tenido anteriormente cualquier alemán. Él mismo escribe, en tercera persona, el 24-2-1816: “El poeta (Goethe)... no desmiente las sospechas de que él mismo sea un musulmán”. (WA I, 41, 86). Más tarde, Goethe se muestra aún más abiertamente como musulmán: “No puedo decirte más que esto: Trato de permanecer en el Islam” (Carta a Zelter. 20-9-1820).
También escribe en una de sus obras cumbre, el “Divan”:

“Es estúpido que todo el mundo
esté alabando su opinión particular
Si el Islam significa sumisión a Dios,
todos vivimos y morimos como musulmanes”.

En los años 1814-1815, Goethe empieza a estudiar en Jena el idioma y la literatura árabes con algunos profesores de estudios orientales, como Paulus, Lorsbach y Kosegarten. Después de ver sus manuscritos y haber conocido el Corán, Goethe sintió el fuerte impulso de aprender árabe. Él copiaba algunas dúas (súplicas a Dios) islámicas y más tarde escribió: “En ningún otro idioma el espíritu y la letra están plasmados de una forma tan primordial”. (Carta a Schlosser, 23.1.1815). Goethe estudió gramáticas de árabe, libros de viajes, poesía, interpretaciones del Corán, antologías y libros sobre la Sira (la vida del Profeta Muhammad). A Goethe le gustaba en especial un traducción de la obra “Diwan” del poeta persa Muhammad Shamsuddin Hafis, realizada por J. Hammer. Todo esto le empuja a escribir su propio Divan, una obra poética que está claramente inspirada y referida a diferentes versos del Corán (Mommsen, pg. 269-270).
A la edad de 70 años, Goethe escribe (Notas y Ensayos al Divan, WA I, 17, 153) que intenta “celebrar respetuosamente esa noche –la Noche del Destino (Lailat ul Qadr)- en la que se le reveló el Corán al Profeta desde lo Alto”. También escribió: “Cualquiera podría maravillarse por la gran eficiencia del Libro. Esto es por lo que ha sido declarado como “increado” por sus reales admiradores (los musulmanes)”. A esto, añade: “Este libro continuará siendo altamente efectivo para toda la eternidad”. (WA I, 7, 35/36).
Hoy se conservan en el Archivo de Goethe y Schiller, localizado en Weimar (Alemania), los manuscritos de los primeros estudios coránicos de Goethe de los años 1771-1772. Goethe leía la traducción alemana del Corán realizada por J. Hammer y la traducción inglesa de G. Sale delante de los miembros de la familia Duke de Weimar y sus invitados. El gran autor alemán Schiller y su esposa escribieron acerca de estas públicas lecturas de Goethe (Carta de Schiller a Knebel, 22.2.1815). Goethe pensaba que las traducciones del Corán de que disponía eran insuficientes y siempre estaba pidiendo más. En el Divan, Goethe escribe:

”¿Es el Corán eterno?
No lo dudo.
Éste el es libro de los libros
Lo creo más allá del deber de los musulmanes (de creerlo así)”
(WA I, 6, 203)
En este mismo sentido, Goethe habla de la diferencia entre un profeta y un poeta. “(Muhammad) es un profeta y no un poeta y, por lo tanto, su Corán tiene que ser visto como una ley divina y no como un libro humano escrito para la educación o el entretenimiento”. (Noten und Abhandlungen zum Westöstlichen Divan, WA I, 7, 32).
Además de la fascinación que le produce el lenguaje del Corán, así como su belleza y sublimidad, Goethe se siente atraído también por su significado religioso: la Unidad de Dios y la convicción de que Él se manifiesta en Su creación. En los primeros manuscritos de Goethe podemos ver que reprodujo diferentes versos del Corán que hablan de cómo el hombre debería contemplar la naturaleza y todos sus fenómenos como signos de la acción divina. La multiplicidad y complejidad de los fenómenos naturales indican también la existencia de Un Dios único. Goethe habla de “la grandeza de Dios en lo pequeño” (Gottes Grösse im Kleinen).
Goethe estaba también impresionado por la revelación coránica de que Dios habló a la humanidad a través de una serie de profetas. En 1819 Goethe dice -comentando el verso 4 de la Sura de Abraham (14): “No mandamos a ningún enviado que no hablara en la lengua de su pueblo, para que les explicara con claridad”-: “Es cierto lo que Dios dice en el Corán”. (Carta a A. Blumenthal 28.5.1819). En su Carta a Carlyle (20.7.1827), Goethe hace también referencia a este verso coránico: “El Corán dice: “No mandamos a ningún enviado que no hablara en la lengua de su pueblo”. Esta idea vuelve a aparecer en un ensayo escrito en 1827.
En varios versos del Divan, Goethe se refiere también a la virtud islámica de dar ayudas a los necesitados y habla del “placer de dar”. (Die Wonne des Gebens).
Uno de los factores que llevaron a Goethe a interesarse por el Islam fue su rechazo hacia algunos de los dogmas de las iglesias cristianas, y muy en especial de la católica. “Hay muchas tonterías en la doctrina de la Iglesia” (Conversaciones con Eckermann, 11.3.1832).
En el Divan, Goethe refuta asimismo el dogma cristiano de la divinidad de Jesús y afirma la Unidad de Dios:

“ Jesús se sintió puro y reflexionó
únicamente sobre el Dios Único.
Quién le hizo ser un dios
ofende su sagrada voluntad.
Y, de este modo, la verdad tiene que resplandecer,
tal y como Muhammad también logró hacer.
Por medio sólo del nombre del Uno
él gobernó todo el mundo”.

Goethe manifiesta asimismo en el Divan el valor que tiene el vivir el momento presente frente a la actitud resignada del Cristianismo que relega el disfrute de las cosas únicamente a la otra vida.
Finalmente, en el poema de los Siete Durmientes, contenido en el Divan, Goethe llama a Jesús profeta (en consonancia con las enseñanzas islámicas): “Éfeso durante muchos años / Honra las enseñanzas del Profeta Jesús”. (WA I, 6, 269).
Goethe estaba también fascinado por algunos escritos sufíes y, más especialmente, por la metáfora de Saadi Shirazi sobre el “vuelo en el amor”, es decir, sobre el vuelo hacia la luz tras la muerte. Goethe incluye así un poema en el Divan, “El anhelo del gozo”, en el que refleja esta metáfora de Saadi. Asimismo, en el capítulo dedicado al sabio sufí, Yalal ul-Din Mevlavi Rumi, reconoce la importancia del recuerdo de Al-lah (Dios) en el Islam: “El rosario de cuentas musulmán, por medio del cual Al-lah es glorificado por sus 99 Atributos, es una letanía de alabanzas. La afirmación de estos Atributos aproxima al Ser (Wesen) inabarcable. El adorador se encuentra entonces atónito, sometido y calmado”. (WA I, 7, 59).

CHARLA-COLOQUIO “EL CONFLICTO EN PALESTINA”.

LA ASOCIACIÓN CULTURAL REPUBLICANA DEL PUEBLO ORGANIZA LA CHARLA-COLOQUIO “EL CONFLICTO EN PALESTINA”.


Este próximo viernes, 30 de enero, a las 19:15 h., en el Salón de Actos de la Biblioteca Pública (junto a la Catedral), tendrá lugar la charla-coloquio “El conflicto en Palestina”, en la que se contará con la presencia Mohamed Jibreel, ciudadano palestino afincado en Ávila; y Agustín Canales, miembro de la Plataforma de Ciudadanos por la República. La misma está organizada por la Asociación Cultural Republicana del Pueblo con la colaboración de la Asociación Sociocultural Baraka, ambas de Ávila.
Para la ACRP (Asociación Cultural Republicana del Pueblo), el posicionamiento ante el conflicto en Palestina es muy fácil de adoptar, sólo hace falta ver la terrible cifra de muertos en el bando palestino, la mayoría civiles. Datos escalofriantes que son sólo la punta del iceberg, detrás de esta masacre van surgiendo importantes revelaciones y multitud de interrogantes y reflexiones, que es lo que esta charla pretende poner de manifiesto. ¿Cómo y porqué surgió el conflicto? ¿Qué es Hamas y cuáles son sus pretensiones? ¿Qué papel han jugado los distintos gobiernos estadounidenses en el desarrollo del mismo hasta el momento? ¿Se pueden violar las leyes internacionales y las resoluciones de la ONU impunemente? ¿Puede el gobierno de un país civilizado y desarrollado lavarse las manos mediante una simple condena y sin tomar ningún tipo de medida al respecto?... la lista podría ser interminable, pero finalmente nos cabe preguntar: ¿Con el fin de matar, sin previo juicio, a un supuesto terrorista, la vida de cuántas personas inocentes está permitido sacrificar?
Con este acto, queremos manifestar:
• Nuestra fraternal solidaridad con el pueblo palestino, con su causa de resistencia a la ocupación, por la libertad y por la independencia.
• Nuestra más firme condena de la agresión, que calificamos de genocida, perpetrada por el Estado de Israel.
• Que esta criminal agresión militar contra la población de Gaza sería imposible sin el apoyo y connivencia de las potencias imperialistas de EE.UU. y la Unión Europea con Israel. Ambos son cómplices del genocidio. Después de los ataques, tanto una como la otra han responsabilizado a Hamas, justificando así los atentados terroristas de Israel y envolviéndole en un manto de impunidad.
• Que reconocemos como ejemplo del camino a seguir, la solidaridad con los palestinos de miles de israelíes que han salido a la calle a manifestarse contra los bombardeos sobre Gaza.
• Que esta situación, cuya única responsabilidad es del Estado de Israel y del imperialismo estadounidense y europeo, en una zona como la de Oriente Próximo altamente inflamable, puede facilitar la deriva a una situación bélica generalizada.
Hacemos un llamamiento a las personas y organizaciones amantes de la paz, democráticas y progresistas a manifestarse de diversas formas contra la injusticia que se está cometiendo en Palestina y a asistir al acto con su presencia y con su voz.


Ávila a 27 de Enero del 2009

GOZANDO EL BIEN Y PROHIBIENDO EL MAL (Hadiz)

Abu Saíd Judri relató que el Profeta (SAW) dijo:


"Cualquiera que ve algo malo debe apartarlo con sus manos. Si es incapaz de ello, debe hablar contra ello con su lengua. Si es incapaz de hacer siquiera eso, al menos debe despreciarlo con su corazón, y éste es el nivel más bajo de fe."

Jutbat al wadá: el sermón de la despedida (último sermón del profeta SAW)

“¡Oh, creyentes!, escuchad con atención, porque yo no sé si después de este año estaré de nuevo entre ustedes. Escuchad lo que os voy a dicir muy cuidadosamente y trasmitid estas palabras a aquéllos que no pudieron estar presentes aquí hoy. ¡Oh, creyentes!, así como consideráis este mes, este día y esta ciudad como Sagrados, de igual manera considerad la vida y la propiedad de cada musulmán como sagrada. Devolvéd las cosas que les fueron confiadas a sus dueños. No lastiméis a nadie para que nadie os lastime. Recordad siempre que os vais a encontrar con vuestro Señor, y que Él os preguntará por vuestras acciones. Dios os ha prohibido que practiquéis la usura (el interés); por consiguiente, toda usura queda abolida de aquí en adelante. Sin embargo, es una obligación devolver el capital de un préstamo. No perjudiquéis y no seréis perjudicados. Dios ha declarado ilícita la usura, y todo el interés que se deba a mi tío Abbas Ibn Abd’ul Muttalib queda abolido de aquí en adelante... Tenéd cuidado con Satanás, preservad vuestra religión. Él ha perdido toda esperanza de que alguna vez podrá descarriaros en las cosas grandes, pero tenéis que tener cuidado con él y sus partidarios en las cosas pequeñas. ¡Oh, creyentes! es verdad que tenéis ciertos derechos con respecto a vuestras mujeres, pero ellas también tienen ciertos derechos sobre vosotros. Recordad que las habéis tomado como esposas con el consentimiento de Dios y con Su permiso. Si ellas cumplen con vuestros derechos entonces a ellas pertenecen sus derechos a ser alimentadas, vestidas y tratadas con bondad. Tratad bien a vuestras mujeres y sed amables con ellas porque ellas son vuestras compañeras. Y es vuestro derecho que ellas no hagan amistad con quien no apruebéis, así como que nunca nos comporteís de manera impúdica. ¡Oh, creyentes! adorad a Dios, realizad las cinco oraciones diarias, ayunad durante el mes de Ramadán, y dad de vuestra riqueza el Zakat. Realizad la peregrinación si tenéis medios. Toda la humanidad proviene de Adán y Eva. Un árabe no tiene ninguna superioridad sobre un no árabe, ni un no árabe tiene superioridad sobre un árabe; el blanco no tiene superioridad sobre el negro, ni el negro tiene superioridad sobre el blanco; excepto por la piedad y las buenas acciones. Sebéd que todos los musulmanes son hermanos. Nada será legítima pertenencia de un musulmán si pertenece a otro musulmán, a menos que fuera dado libremente y de buena gana. No cometáis injusticias en contra de vuestros semejantes. Recuerdad, un día seréis presentados ante Dios para responder por vuestras acciones. Así que tenéd cuidado, no os desviéis del camino de la rectitud después de mi muerte. ¡Oh, creyentes! Ningún profeta vendrá después de mí, y ninguna nueva fe nacerá. Por consiguiente, razonad bien y reflexionad sobre mis palabras. Os dejo dos cosas, el Corán, y mi ejemplo y Tradición, la Sunnah, si los seguís, jamás os desviaréis. Que los presentes informen a los ausentes; puede ser que los últimos sean quienes entiendan mis palabras mejor que aquéllos que me escucharon directamente. ¡Oh, mi Señor! ¡Sé testigo de que he llevado Tu mensaje a las personas!”
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