Jutbat al-yumua (sermón del viernes) 24 Dhul-hiyya 1430 - 11 diciembre 2009



Primera Parte:

Primera Parte:
Alabado sea Allah,

Ciertamente toda alabanza es para Allah, le pedimos apoyo y perdón, y buscamos refugio en Allah (SWT) de los males dentro de nosotros y de las faltas en nuestras acciones. Aquel a quien Allah guía nadie puede descaminar y aquel a quien Allah extravía no encontrará guía.

Doy testimonio de que no hay dios más que Allah (SWT), en solitario, sin asociados, y doy testimonio de que Muhammad (SAW) es su siervo y mensajero, su elegido más cercano. Que Allah le bendiga y le de paz junto a su familia y compañeros, hasta el día del juicio.
Ciertamente el discurso más verídico es el libro de Allah, la mejor guía es aquella del profeta (SAW), las cuestiones más infames son las innovaciones (en materia de religión), toda innovación es una alteración, toda alteración es un extravío y el destino de todo extravió es el fuego. 

Siervos de Allah, habíamos hablado el pasado viernes sobre la promesa de Allah de hacer prevalecer su religión y no faltar a su promesa de hacerlo victorioso, sea con la gloria de los gloriosos o con la humillación de los humillados.

Y vimos que pese a las conspiraciones que rodean a los musulmanes hoy en día, de la misma forma que lo han hecho a través de la historia del islam, estas trampas no hacen más que incrementar la confianza del musulmán en la veracidad de la promesa de Allah y fortalecer su fe en su victoria.

Tal y como dijo Allah (SWT) en su libro:

"Y cuando los creyentes vieron a los coalicionistas, dijeron: «Esto es lo que Alá y su Enviado nos habían prometido. ¡Dios y su Enviado decían la verdad!» Esto no hizo sino aumentar su fe y su adhesión." (33:22)

Esta certeza y esta seguridad en que Allah hará prevalecer su religión y la hará victoriosa, pese a las conspiraciones y las tramas de los instigadores.

Es necesario, en este tipo de circunstancias, consultar la admirable biografía (Sira) del profeta (SAW), ya que en ella está la cura de los corazones y la disipación de las tristezas, esa vida es la luz, es la guía y es un foco reluciente. 

Ciertamente, la vida del profeta (SAW) estuvo repleta de estos incidentes y otros similares, y ciertamente el profeta (SAW) fue recibido por parte de su pueblo con mayor dureza y severidad que las que encontramos nosotros. Aún así, el profeta (SAW) resistió y nos dio el mejor ejemplo. ¿Cómo no? Siendo él nuestro modelo y paradigma.

Por eso, dentro de este contexto y estos hechos, he querido que nuestro tema hoy fuese el tratado de Al-Hudaibiya,

¿Qué es el tratado de Al-Hudaibiya? Un tratado con el que Allah quiso que supusiese un gran avance para los musulmanes, un avance para el mensajero de Allah (SAW) y para los creyentes.

¿Cómo empezó este tratado? Un tratado sobre el cual se han compuesto mucho escritos, se han redactado muchos volúmenes y se han escrito muchos ensayos. 

Éste tratado que vino tras una visión infalible del profeta (SAW), ya que la visión de todo profeta es verídica. Si un profeta o mensajero ve una visión, esta última es una revelación divina, una revelación del Viviente que nunca muere. 

El mensajero de Allah vio que entraba con sus compañeros en Meca, llevando a cabo su Umra, cortándose o rapándose el pelo, seguros, y sin sentir miedo alguno. Cumpliendo la palabra de Allah (SWT):

"Allah ha cumplido, ciertamente, la visión de su Enviado: «En verdad, que habéis de entrar en la Mezquita Sagrada, si Allah quiere, en seguridad, con la cabeza afeitada o pelo corto, sin temor». Él sabía lo que vosotros no sabíais. Además, ha dispuesto un éxito cercano." (48:27)

El profeta (SAW) sabía a través de su visión que entraría inevitablemente a la Meca. Y es sabido que el mensajero de Allah salió de la Meca obligado por la fuerza, salió de ella evadiendo y huyendo de la persecución junto con Abu Bakr. Y en referencia a esto dice Allah (SWT):

"Si le negáis apoyo, Allah sí que le apoyó cuando, expulsado por los infieles, con un solo compañero, le decía a éste estando los dos en la cueva: « ¡No estés triste! ¡Allah está con nosotros!»" (9:40)

Salió el profeta (SAW) perseguido por su pueblo, le obligaron a abandonar su ciudad por la fuerza, siendo la Meca la parte de la tierra más querida para su corazón.

No quería salir, pero le sacaron después de haberle expuesto a él y a sus compañeros a todo tipo de torturas. 

Así pues, cuando salió de la Meca dirigiéndose a Medina, le recibieron los Ansar (los defensores) en Medina, y allí estableció el profeta (SAW) su estado, su régimen y su justicia. Así, Medina fue la fuente desde la cual el Islam apagó la sed de la tierra.

Mientras, el profeta (SAW) y sus compañeros añoraban y anhelaban volver a la Meca, a la casa sagrada de Allah, y esperaron esta oportunidad hasta que Allah se la concedió. Y hasta que Allah (SWT) dio las buenas nuevas a su enviado, a través de esta visión verídica, de que iba a entrar a dicha ciudad. 

El profeta (SAW) por su turno, dio las buenas nuevas a sus compañeros, y dispuso para salir en el mes de Dhul Qida del sexto año de la Hégira hacia la Meca, con la intención de hacer Umra. También ordenó a sus compañeros acompañarles en dicho viaje, y fueron mil cuatrocientos compañeros los que le acompañaron. Todos (hombres y mujeres) descritos por Allah al decir:

"Entre los creyentes hay hombres que han sido [siempre] fieles a su compromiso con Allah."

Son los compañeros del Profeta (SAW), los mejores de esta comunidad, nuestros modelos, que Allah esté contento con todos ellos.

Mientras, el profeta (SAW) estaba de camino a la Meca, le llegó quien le informó de que Quraish (La tribu dominante en la Meca) había preparado un ejército y había salido para interceptar al profeta (SAW) e imposibilitar su entrada en la Meca.

Entonces el Profeta (SAW) preguntó: "¿Quién conoce un camino diferente al de Quraish que podamos seguir?"

Uno de sus hombres le enseñó un camino diferente, que siguieron hasta que llegaron a una zona cercana a la Meca llamada Al-Hudaibiya. En dicho lugar, se sentó la camella del profeta (SAW) que se llamaba Al-Qaswa.

Sus compañeros entonces dijeron: "Al-Qaswa se ha inmovilizado." Entonces dijo Él: "Por Allah no la paró más que aquello que paró al elefante."

Conocemos la historia de los elefantes que Allah menciona en el capítulo que lleva el mismo nombre que empieza así:

"¿No has visto cómo obró tu Señor con los del elefante?"

El elefante que trajo el virrey de Yemen "Abraha" queriendo derrumbar con él la Kaaba, pero Allah quiso algo diferente, le paró y le frenó en su tentativa. Hasta que dijo Allah (SAW) en su libro en el mismo capítulo:

"¿No has visto cómo obró tu Señor con los del elefante?
¿No desbarató su artimaña y envió contra ellos bandadas de aves,
que descargaron sobre ellos piedras de arcilla,
dejándolos como espigas desgranadas?"
(Corán 105)

Allah (SWT) les aniquiló a todos, por su intento de derrumbar la Kaaba. Mientras intentaban atacar la Kaaba, sus elefantes andaban si eran dirigidos hacia la izquierda, la derecha o hacia atrás, pero se negaban a dar un solo paso hacia adelante para derrumbar dicho santuario.

Ocurrió este incidente, y volvió a ocurrir con la camella del profeta (P). Hasta que el profeta (P) le indicó continuar su camino, y así hizo hasta que llegaron al pozo de Al-Hudaibiya, donde bebieron los compañeros del profeta (P) hasta que se acabó el agua.

Entonces se quejaron ante el profeta (P) su sed y la escasez de agua, tanto para beber o para hacer su ablución. El enviado de Allah cogió entonces un recipiente e hizo su ablución en él, luego puso el agua del recipiente en el pozo y les dijo a sus compañeros que esperasen un rato. Tras unos momentos el pozo se colmó de agua hasta rebosar. Y así los compañeros del profeta (P) bebieron hasta saciar su sed, y fue este uno de los muchos milagros del profeta (P).

Fue una prueba de la veracidad del profeta (P) y una señal para sus compañeros de que seguían la senda de la verdad, que estaban con la verdad y que la verdad estaba con ellos.

El enviado de Allah salió con la intención de llevar a cabo su Umar (un tipo de peregrinaje), nunca el enfrentarse a las fuerzas de la Meca, ni había traído armas salvo la espada que, lógicamente, un hombre llevaría con él en una travesía por el desierto. Incluso había llevado consigo ovejas y camellos de sacrificio, para hacer explícitas sus intenciones pacíficas de llevar a cabo su peregrinaje.

Los Quraish se empeñaron en pararle, por lo cual el profeta de Allah envió a Uzman Ibn Affan, que Allah esté contento con él, un compañero grandioso ante el cual los ángeles sienten modestia. Ya que según cita el hadiz auténtico, una vez el profeta (P) estaba tumbado habiéndose destapado una pequeña parte de su muslo. Entonces, entró Abu 
Bakr (que Allah esté contento con él) y siguió el profeta (P) igual. Más tarde entró Umar Ibn Aljattab (que Allah esté contento con él) y siguió el profeta sin moverse. Por último, nada más entrar Uzman Ibn Affan se levantó el profeta (P). Entonces dijo Abu Bakr: ¡O, 

Profeta de Allah! entramos Umar y yo, y no te moviste, ¿Por qué te levantaste cuando entró Uzman? Entonces el profeta (P) dijo: ¿Cómo no sentir modestia si los ángeles la sienten ante este hombre?

Uzman Ibn Affan dice: "Juro por Allah que desde que he entrado al Islam nunca me he lavado de pie, por modestia ante Allah."

El profeta (P) envió a este hombre tan magnánimo a los Quraish, con el fin de evidenciarles la verdadera finalidad de la venida del profeta (P) a la Meca, como peregrino y no como combatiente.

Uzman Ibn Affan era un hombre de negocios, con una fama y una reputación destacables. Por lo cual, los Quraish le dijeron: "Si hubieses venido solo te hubiésemos dejado circunvalar la Kaaba y llevar a cabo tu peregrinación. Así que si quieres hacerlo solo, ¡hazlo!"

Dijo Uzman, habiendo sido educado y enseñado por el profeta (P): "Por Allah, no haré el tawaf (circunvalar la Kaaba) hasta que lo haga mi compañero." (Refiriéndose al enviado de Allah)

El amor de los compañeros hacia profeta (P), hacía que no se atrevieran a hacer nada sin el permiso del profeta (P). Nunca procedían a llevar a cabo algo, especialmente cuando se trataba de un acto de adoración, sin ver lo que dice Allah (SWT) y su mensajero (P) al respecto. Eran seguidores y no alteradores de la religión de Allah. 

Perseguían siempre el agrado de Allah (SWT) y de su profeta (P). No hacían nada que estuviese fuera de la sunna del profeta (P).

Así dijo: "No haré el tawaf hasta que lo haga mi compañero."
 
Entonces le impidieron hacerlo, y le mantuvieron cautivo en la Meca, hasta que algunos rumores llegaron al profeta (P) de que Uzman había sido asesinado.

Entonces los sahaba (compañeros) hicieron un llamamiento a combatir los asesinos de Uzman. Es entonces que tuvo lugar el juramento de lealtad que tuvo lugar debajo de un árbol.

El profeta (P) se sentó debajo de un árbol, llamó a sus compañeros a su sombra y les pidió que le jurasen su lealtad para defender a su compañero (Uzman), pase lo que pase y con todo lo que tienen. Y a luchar en el camino de Allah si Quraish hubiesen osado a matar a su compañero.

Entonces, todos los Sahaba (compañeros) le juraron su obediencia y su lealtad, y sobre este incidente dice Allah (SWT):

"Verdaderamente, Allah está satisfecho de los creyentes cuando éstos te han jurado fidelidad al pie del árbol. Él sabía lo que sus corazones encerraban e hizo descender sobre ellos serenidad, prometiéndoles, como recompensa, un éxito cercano."
(48:18)

Allah así está satisfecho y agradado con ellos, un agrado después del cual no hay ira alguna. ¡O Allah! te pedimos que estés agradado con nosotros de la misma forma que lo estas con los Sahaba, haz de nosotros verdaderos seguidores de tu mensajero, y no nos separes de su sunna hasta encontrarnos con él cerca del lago. Tú eres quien todo lo oye, el más cercano, que responde a nuestras súplicas. Amin. Y nuestra última oración es que las alabanzas son para Allah señor de los mundos.

Segunda parte:

Es suficiente dirigir nuestras alabanzas a Allah, y las bendiciones y paces para sus siervos elegidos.

Siervos de Allah, al reunirse los Sahaba con el mensajero de Allah bajo el árbol, con el fin de jurarle lealtad, les alabó y les comunicó su satisfacción para con ellos. Eso es porque nunca desobedecían a Allah (SWT) y a su profeta (P).

Después, tras prepararse el profeta (P) para enfrentarse a los Quraish, vinieron noticias de que Uzman no había muerto, sino que estaba siendo retenido cautivo por ellos, que iba a volver con el profeta (P).

Vino Urua Ibn Masud, el mensajero de Quraish al profeta de Allah (P), para negociar con el enviado de Allah, y disuadirle de su peregrinación y hacer que vuelva a Medina.

Entonces aseguró el profeta (P): "Por Allah que había venido con la intención de hacer la peregrinación (Umra) y no para combatir a nadie. Para qué necesita Quraish otra guerra si las guerras la han desgastado. Así que dejad nuestro camino, porque Allah (SWT) va a hacer prevalecer su religión aunque lo detesten los incrédulos."

Urua entonces se extraño del discurso resuelto del profeta (P) al que no entremezclaba una sola pizca de duda.

Al volver Urua con su pueblo (Quraish) les dijo que dejaran al profeta (P) seguir en su camino, que no le detuviesen, y que él (siendo el mensajero de Quraish) había entrado a ver a los reyes de muchas naciones, incluida Persia, Bizancio y Abisinia, sin que hubiese encontrado nunca un pueblo que engrandezcan a su rey de la forma que engrandecen los compañeros del Muhammad (P) a éste. No dirige Muhammad (P) su rostro a una dirección excepto lo hacen ellos también, no les ordena algo sin que se anticipen para cumplirlo, y no lleva a cabo su ablución sin que se aglomeren tratando de alcanzar los restos de su agua.

Esto no debe hacerse con cualquiera excepto el profeta (P), en tiempos del profeta (P). 

Mientras que quienes buscan bendiciones en cualquier persona excepto el profeta (P) sin duda han innovado en la religión se han extraviado y han extraviado manifiestamente.

Los compañeros del profeta (P) competían y se anticipaban por los restos de la ablución del profeta (P), por su saliva y su sudor. Siendo su saliva y su sudor los más fragantes y agradables.

Las madres de los creyentes (las esposas del profeta (P)) acumulaban el sudor del profeta (P) en frascos, y cuando el enviado de Allah les preguntaba: "¿Por qué hacéis eso?" Decían: "Nos perfumamos con tu sudor, ¡O mensajero de Allah!"

El sudor del profeta (P) era como una fragancia, un bálsamo, más agradable y bienoliente que el almizcle.

¡Que noble, que agradable y que bienoliente era el profeta (P) !Entonces, los Quraish enviaron a Suhail Ibn Amr, siendo este el más elocuente de los Quraish. Estos enviaban a Suhail cada vez que querían negociar y exponer su elocuencia.

Cuando vio el profeta (P) a Suhail tranquilizó a sus compañeros y les alentó con que los Quraish no habían enviado a Suhail excepto para negociar y lograr un tratado de paz.

Los Quraish llevaban combatiendo al mensajero de Allah (P) y guardándole enemistad durante seis largos años.

Así vino la tregua, y vino Suhail Ibn Amr al profeta (P) proponiéndole una tregua, y éste la aceptó.

No obstante, los Quraish establecieron una serie de condiciones para su tregua que duró dos años.

Para no alargarnos muchos hablando de esta historia de la Sira (biografía) del mensajero de Allah (P), hermanos míos, dejaremos el resto de ella para el próximo viernes InshAllah. (Con el permiso de Allah.)

Siervos de Allah, ciertamente Allah y sus ángeles invocan sus bendiciones y paces sobre profeta (SAW). O siervos de Allah, bendecidle e invocad vuestras paces sobre él.

¡O Allah! Bendice y da paz a nuestro profeta amado Muhammad (SAW) entre los antepasados, los últimos hasta el día del juicio.

¡O Allah! Haz vencedores al Islam y a los musulmanes. ¡O Allah! Apoya a los musulmanes oprimidos en oriente y occidente.

¡O Allah! Haz prevalecer la verdad de tu religión.

¡O Allah! aquellos que con malicia y conspiraciones tengan como objetivo al Islam, para su malicia y su odio. Desvíalo de nuestra Umma y frustra sus planes, desvíalo de los musulmanes y hazle perder, desvíalo de nosotros y humíllale.

¡O Allah! Acepta de todos nosotros. Acepta nuestras oraciones, nuestro ayuno, nuestras súplicas y nuestras oraciones nocturnas. Tú eres quien responde a nuestras súplicas.

Guíanos a la honestidad en nuestro discurso, en nuestras acciones y en nuestras vidas.

¡O Allah! Haz que estemos entre tus siervos honestos, tus siervos elegidos, y perdónanos, sin duda, hemos sido injustos.

¡O Allah! Acepta de nosotros eres el que todo lo oye, todo lo sabe. Acepta nuestra vuelta a ti, tu eres el misericordioso el compasivo.

Y nuestra última oración es que las alabanzas son para Allah señor de los mundos.

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